Con su nivel de complejidad, los coches modernos plantean cada vez más exigencias a los diagnósticos de automoción. Determinar la causa de la avería e identificar los componentes que deben sustituirse puede ser todo un reto. El número de productos de diagnóstico del automóvil es muy grande, pero la forma en que el diagnosticador los maneja es clave.
Entre otras cosas, el diagnóstico del automóvil se asocia entre los automovilistas con las revisiones obligatorias del estado del vehículo en las estaciones de diagnóstico. Dicha prueba, exigida por ley, se centra en la seguridad de la conducción y el control del impacto medioambiental de acuerdo con la norma aplicable. Otra asociación es el diagnóstico por ordenador, que consiste en conectar una interfaz de diagnóstico al conector OBD2 y leer de este modo diversos datos. De hecho, el diagnóstico en automoción es un término muy amplio y abarca muchas más cuestiones.
En cuanto a métodos y herramientas, todo depende de los sistemas del vehículo que desee probar. Buscaremos fallos en la suspensión de forma diferente, comprobaremos el funcionamiento del sistema de frenos de forma diferente, examinaremos el motor de forma diferente o determinaremos la causa de un fallo del aire acondicionado. Los métodos pueden dividirse así, por ejemplo:
El técnico de servicio que realiza el diagnóstico es responsable de seleccionar las herramientas adecuadas en función de la situación: dependiendo de si quiere encontrar la causa del fallo del motor o si tiene que elaborar un informe que documente el estado técnico actual del coche en el momento de la venta.
Este método de diagnóstico es tan obvio hoy en día que algunas personas olvidan que no es el único con el que se puede diagnosticar un coche. Gracias a la estandarización de los métodos de diagnóstico dentro del OBD2, los técnicos de servicio tienen garantizado el acceso a los datos básicos del automóvil desde hace más de 20 años. La mayor ventaja del método es la rapidez: sólo se tarda unos instantes en conectar el ordenador al conector del vehículo y no suele ser necesario desmontar ningún componente.
Aunque el conector es uno solo, los distribuidores ofrecen muchos programas y comprobadores. Se diferencian en su capacidad para diagnosticar coches de diferentes marcas y modelos, así como en la funcionalidad adicional o el apoyo por parte del fabricante. Una interfaz con el software adecuado es la que aprovechará al máximo las posibilidades que ofrece el controlador. Porque es importante recordar que este método depende de la precisión y el alcance de los datos del controlador. Es decir, leemos el estado de la señal de un sensor específico, pero si la señal es incorrecta entonces no sabemos si el problema es del sensor o del cableado o si está dañado el propio controlador.
Aquí llegamos al quid de la cuestión, que es la limitada fiabilidad de los datos de la ECU. Esto no significa que haya que evitar los diagnósticos informáticos, sino todo lo contrario. Sin embargo, es esencial saber que los códigos de avería leídos por la interfaz de diagnóstico no lo son todo. El contenido así obtenido debe analizarse de forma crítica. El código de error puede ser especialmente engañoso para un técnico de servicio inexperto. También puede ocurrir que no se puedan obtener datos que indiquen un fallo a través del ordenador a pesar de su presencia evidente.
Existe otra división de los métodos de diagnóstico: en diagnósticos en serie y en paralelo. Serial es el descrito anteriormente. La idea es que los datos que hemos obtenido a través del conector de diagnóstico del coche han pasado todos por el controlador y dependen de él. Los diagnósticos en paralelo son los que se basan en mediciones en paralelo, como las que se realizan con un multímetro, un osciloscopio u otro comprobador específico. El método toma su nombre del equipo ofrecido para el diagnóstico de los primeros motores controlados electrónicamente. Se trataba de módulos especiales que se acoplaban entre el conector del controlador y la instalación del vehículo, proporcionando un acceso independiente a las entradas y salidas del controlador.
Con el tiempo, el desarrollo de los métodos de diagnóstico a bordo ha desplazado a estas soluciones. Se esperaba que los controladores señalaran las causas de los fallos del coche con tanta precisión que muchos comprobadores y métodos de diagnóstico se volverían superfluos. Esto ha resultado ser todo lo contrario, debido tanto a las limitaciones técnicas como a las políticas de las empresas automovilísticas. Hay que tener en cuenta que el servicio de mantenimiento de vehículos y la venta de recambios pueden reportar unos beneficios bastante considerables. Es difícil esperar que los magnates se nieguen a sí mismos la oportunidad de dar forma a este mercado.
La medición con osciloscopio es un ejemplo emblemático del diagnóstico paralelo que ofrece enormes posibilidades de diagnóstico, no sólo en el servicio electrónico de vehículos. Con osciloscopios fáciles de usar y seguros como el Scope DT, se pueden realizar mediciones en cualquier taller. Existe la idea errónea de que realizar mediciones con osciloscopio está reservado a un reducido grupo de especialistas.
Lo cierto es que las mediciones en cada caso son, como mínimo, nuevos datos valiosos, y sólo dependerá de la experiencia y los conocimientos del usuario utilizar esta información para encontrar el fallo.
Otro grupo de dispositivos son los comprobadores especializados, diseñados para comprobar componentes específicos o sistemas completos del automóvil. Un comprobador de este tipo es, por ejemplo. EDIA-PRO, un ejemplo de comprobador basado en osciloscopio para el sistema Common Rail. Este comprobador recoge datos de diagnóstico como el control del inyector, las válvulas de control o la presión del raíl de forma totalmente independiente. Al hacerlo, proporciona un valioso asesoramiento para ayudar a decidir si los componentes del sistema de inyección deben pasar a un examen más detallado y cuáles.
Para los vehículos diésel, la gama DTE también incluye el SIT-12, un comprobador que permite comprobar la parte eléctrica de los inyectores tanto dentro como fuera del vehículo. Con el RPT-5, en cambio, tenemos la capacidad de medir la presión del raíl en paralelo completo, mucho más rápido de lo que puede hacerlo cualquier comprobador conectado al conector de diagnóstico.
Otro ejemplo de comprobador de diagnóstico dedicado es el DBT-12+. No sólo facilita la realización de una prueba de baterías, sino que también realiza mediciones avanzadas de arranque y carga, presentando mensajes claros sobre cada uno de los sistemas sometidos a prueba. Es posible intercambiar datos con un ordenador para almacenar o imprimir cómodamente los informes.
Usted también puede diagnosticar mejor. La inversión en nuevos métodos de diagnóstico no se limita a nuevos equipos de taller. Es crucial comprender en qué consiste el diagnóstico en automoción y lo polifacético que es el proceso. Ni siquiera el mejor equipo diagnosticará un coche por sí solo. Los conocimientos y la experiencia del técnico de servicio, adquiridos tanto en diversos cursos de formación como en el trabajo diario con los coches, son extremadamente importantes. Introducir diagnósticos buenos y eficaces es clave para un servicio eficiente. Detectar los fallos rápidamente es la clave para una resolución sin problemas. No hay mejor publicidad para un taller que las recomendaciones de clientes satisfechos.
Autor: Ingeniero de producto Piotr Libuszowski
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